Oga y Furuichi reposan en la banca de un parque local. Pero no es un reposo cualquiera, más bien es uno de esos casos de desesperación-resignación que poco a poco están asimilando. Oga se acostumbra con cierta calma la victoria conseguida recientemente, pero su mejor amigo está más concentrado en aquello de haberse quedado sin escuela, además de que las vacaciones ya casi terminan. Se perdió mucho tiempo en esa "toma de poder" de Oga.
Ishiyama, por su parte, es ahora puros escombros y su alumnado abarrota los hospitales locales. Decenas y decenas de chicos salieron heridos en la reciente batalla campal de Ishiyama, la mayoría, lo pensará dos vences antes de enfrentar a las Red Tails, otro porcentaje podría temer a las mujeres por el resto de su vida, pero quienes comparten un cuarto de hospital "elite" más bien están deseosos de recuperarse para regresar a su búsqueda de poder y jerarquías. Himekawa, Kanzaki, Aizawa y Jino han quedado muy mal heridos y ha sido Toujou quien los ha llevado al hospital, pero sus pláticas, casi silenciosas, se limitan a "para la próxima todo será distinto, ya veran". Natsume los acompaña, ileso por supuesto, creando gran misterio detrás de él.. ¿Quién será realmente ese sujeto?
Las incógnitas detrás de Natsume son poca cosa ahora, ya que encima de las ruinas de Ishiyama ha aparecido un sujeto muy misterioso que ha ido a observar los escombros que ha dejado Oga. No tarda en apreciar que el lineaje real del inframundo está detrás de este ataque, el poder aún se respira entre tanto polvo y destrucción.. ¿Cómo sabe tanto si nisiquiera ha visto a Oga? ¿Quién es este sujeto? Las respuestas lucen muy distantes, ni siquiera podemos verle el rostro, solo una silueta que a la distancia parece usar una gran capa y tener el cabello corto. Más no se sabe.
Pero Oga está muy apartado de cualquier cosa que implique "extraños" o Natsume. Por ahora, su dilema, ya en casa y discutiéndolo con su hermana, es saber que será de su futuro estudiantil. Su hermana le dice que lo más probable es que los transfieran a otra escuela, lo cual es entendible. Pero más allá de eso, la casa de la familia Oga está realmente alegrada, Hilda está muy satisfecha con los resultados obtenidos, con la buena salud de la que goza su maestro y claro, no hay mejor forma de festejarlo, que una buena comida con carne "infernal". No importa, está deliciosa y sirve de perfecta armonía para agradecer a Oga por todo lo hecho, "Te estoy totalmente agradecida.. sino hubiese sido por tí, yo sola no habría podido hacer nada..".
Es sorprendente ver una fasceta agradecida en Hilda, pero esta novedad viene acompañada de una sorpresa. Hilda advierte a Oga que la verdadera batalla apenas está por comenzar y que se aproximan tiempos muy ocupados.. El mundo de Oga se mueve a gran velocidad en estos momentos y aún en los instantes de paz, se respira un aire cubierto de misterio, también de peligro.
