Ishiyama ya se encuentra entrenando, motivado, listo para aprender todo lo que sea necesario del voleibol. Su enfrentamiento contra St. Ishiyama es en dos semanas. Y aunque parecen listos para competir contra quien sea, de tú a tú, falla la pieza crucial de la estratagema ideada por Aoi. Su equipo no está unido, no sabe trabajar en conjunto.
Kanzaki y Himekawa riñen por asuntos de cabello. El peinado a lo "Elvis" de Himekawa estorba y costará puntos cruciales. Claro, se trata de una riña que degenerará en golpes y Aoi, siempre sincera (otra cosa expresiva), apoya la idea del corte de cabello. Incluso ella se lo ha amarrado para evitar estos inconvenientes.. La noción es apoyada por la mayoría y sus amigas se ponen manos a la obra y con peine y alaciadora lo dejan irreconocible. Hasta luce atractivo a ojo de las Red Tails.
Entrenar cobra cada vez más sentido, aunque no para todos los involucrados, pero la extraña decisión de reunir a tantos estudiantes peligrosos de Ishiyama en un sólo grupo de St. Ishiyama, la aparición de los Rokkisei y los motivos, identidad y poder ocultos de Izuma, son un enigma que Hilda trata de decifrar. Sospecha que dentro de todo este embrollo y la pantalla del partido de voleibol, se oculta un demonio. Uno que no ha podido identificar.
Los entrenamientos pierden integrantes. Toujou tiene trabajo que hacer y Oga.. tiene gente con quien pelear. No le importa la expulsión, ni que Furuichi trate de alertarlo sobre este iminente destino.. no, lo que quiere es ir a partirle la cara a Miki y a falta de oportunidad y permisos, no queda más que rodar en el piso y hacer berrinches de niño de 4 años. Posiblemente 3. La ironía que implica desear algo prohibido y diambular exigiendo su posesión, es que, ocasionalmente, se presenta tan sorpresivo, que no puede disfrutarse ni enfrentarse. Oga camina entre los edificios de St. Ishiyama cuando escucha algunos ruidos en el dojo de la escuela y presencia a Miki entrenando al límite. El último movimiento usado sorprende a Oga, que pasa de espectador a participante activo. Reta a Miki a pelear.
Miki entiende que no pueden pelear en estos momentos, pero no hay regla que les impida entrenar, así que le entrega ropas limpias a Oga (karategi) y le pide respeto, disciplina y todas las etiquetas que exige un dojo. Izuma presiente que algo ocurrirá, pero está tan cómodo recibiendo un masaje de Nanami, que se limita a dar un discurso retórico en el que supone a Miki en una gran posición, posiblemente ya hasta haya superado a su maestro. No importa, Miki se prepara para pelear, mientras exige una respuesta de su rival, de porqué hace 3 años se sintió traicionado y desde entonces ha planeado ejemplar venganza.
