Entonces llega el momento de la despedida. Fuu se hace de cortísimas palabras con Ferio, el adios es tácito entre ambos, nada se recriminan, y se entregan sonrisas puras y envidiables. Umi expresa su sentir con Clef, este le agradece y ambos se guardan sus palabras para otro momento, que quizás nunca llegue, pero que esperarán anciosos... Y Hikaru... Hikaru por fin se asincera con Lantis, quien le corresponde tomándole de la mano, sonriéndole por primera vez, dejando atrás esa frialdad suya para con ella, y correspondiéndole la entrega... Pero que creen... que acto seguido las chavitas son retornadas a Tokyo y así sin más, se da el final. Lo que empezó en misterio, en misterio debía terminar... y lo que antes habían sido tormentos, ahora se convierten en risas, en júbilos desbordantes... incomprensible realidad del ser humano, juego extraño de circuntancias que es nuestro vivir...
Buena impresión me ha dejado la serie. Cuarenta y nueve capítulos de contrastes, de calidad discutible, pero que en conjuto y en escencia, consiguen todo cuanto buscaban. Una primera temporada corta, interesante, con una historia trabajadísima y un final dramático, inesperado, que te deja embelecido en espera de más. Y allí entra la segunda temporada, justificada desde el momento en que se hace preciso saber más de Hikaru, conocerle a detalle, en sentimentalismos, en el triunfo, en la derrota, en la limpieza del sacrificio de Emeraude... Y aunque haya quien crea que esta segunda temporada no era necesaria y fue más bien un relleno, yo creo que fue el mayor acierto de todos haberla sacado al aire. Que importa si los capítulos son lentos, pretenciosos, plagados de personajes secundarios molestos e insignificantes... que importan esas pequeñeses, si llegado el momento de la accion, del drama que se hace de protagonista, no hay tiempo para el menor descanso, es beberse capítulo por capítulo, sin despegarse o pestañear siquiera, esperando que las instrigas sean resueltas, las injusticias delatadas, y el final desvelado.
Todo el conjuto en general es genial, la animación es tan buena, que aveces te hace olvidar que te estás viendo un anime de hace más de diez años... los dibujos son un vivo ejemplo de lo que el estilo Clamp puede dar de sí, vivos en sentimiento, expresivos en detalle. Las locaciones son tan dignas como versátiles... ambientes alegres, cuando se requiere, y lúgubres, tétricos y silenciosos... cuando se exige que así sea, La música es memorable, así la oyes se graba en tu mente y permanece allí, reviviendo en cada tonada las escenas más comprometida, las más sufridas, las más desesperantes y las más angustiosas... El segundo opening, es de recordarse, de no olvidarselo nunca...
Y así podría seguir escribiendo de lo demás, y necesitaría otras once hojas más, y ni así acabaría... Este anime consigue un nivel muy alto, coloca el listón muy por encima del promedio en su género. Ingenuo es suponer que el deber de ir a la moda, a lo que dictan las nuevas series, es hacerse de oidos sordos hacia las series que marcaron el camino de las que hoy se creen las precursoras. Olvídense de esas patrañas, todo aquel que no haya visto Magic Knight Rayearth, debe verla, si es que se dice gustoso del anime... y el que ya se la ha visto, espero que estas hojitas les hayan traido buenas memorias, vivencias de aquellos tiempos que creían ya olvidados. Y bueno, creo es todo de mi parte, ha sido ameno escribirse tanta burrada, y agradezco al valiente que se la ha leido toda... Sin más saludos y... ¡nos estamos leyendo de nueva cuenta!.
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