La recien aparecida se presenta como Alcyone, vieja dicípula de Clef, y sin más ataca prontamente a las niñas. Entonces Clef, ofrece una última advertencia a las niñas "Deben ir al Bosque del Silencio, allí las espera Presea, aliada nuestra..." terminadas estas palabras, Clef usa su poder para llamar a un demonio suyo y este toma a las chicas y las lleva lejos de allí. La desconocida rie malditamente, ataca con un par de hechizos a Clef, y se escabuye entre los cielos dispuesta a seguir tenazmente a Hikaru y compañía... parecería que Clef haría lo mismo, pero algo inesperado sucede...

     Una luz le ataca por la espalda, convitiéndole en piedra y tirándole a un infinito precipicio. El infeliz que ha actuado tan cobardemente ha sido nada menos que Zagato, quien ha aprovechado el descuido para acabar con el que el cree su más complicado rival, y confiado de su éxito, se marcha, creyendo que su ridículo títere acabará con las niñas... Titeré que se encuentra de lo más confiada y ataca al grupito de Hikaru, segura de su éxito. Pero Hikaru ya ha aprendido algo de magia, y con ayuda de esta, derrota a Alcyone, tirándole el orgullo por los suelos.

     Hikaru, ya librado el primer obstáculo, recuerda las palabras de Clef, y aunque no sospecha el triste final que este ha tenido, si aprovecha ese don de mando suyo para convencer a sus nuevas amigas y que así todas partan hacia el Bosque del Silencio, lugar temido, intimidante, marcado con la maldición de que nadie puede usar magia dentro suyo y abundante en demonios y calamidades. Pero las chavitas no se achicopalan, y superado algún que otro obstáculo menor, consiguen llegar al bosquesito, encontrándose allí con Presea, la mejor constructura de armas de todo Cephiro.

     Presea se ofrece para contruirles armas exclusivas, requisito indispensable si desean convertirse en Guerreras Mágicas, pero la cosa no es tan fácil. Se necesita de un material especial, digno de quienes serán sus portadoras, un tal "escudo", y la única manera de conseguirse uno de esos preciados metales, es llendo al tan afamado "Manantial de Ethernia".

      Con los ánimos a tope y guiadas por Mokona, un animalito de lo más peculiar, las chavitas se aventuran por los rumbos más desoladores que se recuerden, percatándose del sufrimiento de sus habitantes, que temerosos de todo extraño, les rehuyen, los menos, y les atacan, los más.

     En su camino, tienen varios encuentros con Alcyone, mujer persistente, con grandes poderes, pero que poco a poco empieza a quedarse corta frente a estas aprendices de Guerreras Mágicas. Y es que usando a Mokona de faro, Clef, que tiene espíritu más aguerrido que sus limitantes físicas que ahora no son más que piedra, sigue entrenándose a la Fuu y a la Umi hasta enseñarles magias de categoría.