Suzumiya Haruhi no Yuuutsu - Reuniendo a la Brigada SOS

Una caida aparatosa sucede, Ranma queda un poco herido. Akane lo abraza agradecida y se pega al pecho de su protector, que late velozmente. Incluso Ranma lo admite, debe tratarse de la bandita, porque su corazón parece dominado.. ¡No lo ha pensado dos veces, aún con otras chicas a la vista, ha ido por Akane y por nadie más! Luego descubrimos que la bandita se ha perdido en la caida y los dos chicos se abochornan y se sueltan. Así termina una aventura que prometía, que parecía cumplir, pero que al final no cumplió.. O posiblemente, en parte sí.. Al final, con o sin bandita la prioridad fue Akane.

Pero ya habrá momento para comprobar estas dudas una vez más. Y en este universo tan movido, es cuestión de días para que se presente otro enemigo, sólo que ahora no es una bandita, sino un francés experto en comer, uno que debora platillos velozmente. Pertenece a una familia muy famosa, la familia Charden y no tendría nada de importante si no fuese porque Soun le ha prometido a esta familia francesa que su heredero Piccolet habrá de casarse con alguna de sus tres hijas. Sí, Akane, Kasumi y Nabiki.

Otra promesa tonta. Piccolet tiene que elegir a una de las tres hijas, pero Ranma interviene y lo reta. Claro, no para defender a las hermanas Tendo sino para seguir sus instintos marciales. La cosa se pone muy mal cuando Ranma es vencido en un reto absurdo, que implica comer más rápido que Piccolet, cosa imposible ya que Piccolet es un representante digno de las "Bellas Artes Marciales Francesas" y su variante enfocada a la comida, con estilo frances por supuesto.

Piccolet vence a Ranma y deja una invitación para que las tres niñas vayan a su mansión, así él elegirá a su futura esposa.. pero claro, Ranma está herido y su ego exige ganar en toda contienda de artes marciales, así que se hace pasar como la cuarta hija Tendo y descalifica por default a las otras tres. Es Ranma, en versión mujer, quien al final asiste a la mansión Charden y se postula como la prometida de Piccolet. A Piccolet le agrada la chica, rápido olvida a las otras hermanas y se centra en la pelirroja, pero su familia no la acepta, debe ganarse el título de prometida y aprender a comer con artes marciales, al estilo francés.

Suena difícil. Piccolet y toda su familia, amigos cercanos, etc, tienen una boca gigantesca, lengua larga y unas manos veloces, que les permiten comer a velocidades endiabladas. Ranma por más que lo intente no tiene los argumentos físicos para competir. Nunca hará crecer su boca o lengua, pero intenta muchas variantes y se esfuerza para aprender este estilo marcial.. y fracasa en todos los intentos, encima, la Madame Sanpor, preocupada por Piccolet, le complica más las cosas. Coloca a Ranma un corsé de acero, que no podrá retirar hasta que sea una mujer refinada.

El corsé es una cosa curiosísima, le impide a Ranma transformarse en hombre. Y encerrado en su cuerpo de mujer, sin comer, día tras día, se le va complicando el mundo al grado en que es probable que no pueda con éste adversario ni con este reto. Para pronto no podrá casarse con Piccolet a como van las cosas.. pero Akane se las ha ingeniado para colarse en la mansión francesita haciéndose pasar como una sirvienta y además ha descubierto una manera de vencer. Ranma no necesita una boca enorme, puede ganar si aprende a dominar la técnica del Gourmet de Foie Gras.

Ranma lo entiende pronto. Se había concentrado en comer cuándo después de todo el punto fuerte de todo esto es que es un combate y si no puede comer tan veloz como los demás de esta extraña familia, al menos puede impedir que coman. Y para compensar su pequeño estómago (estos retos se hacen con cantidades insultantes de comida) también debe aprender a deshacerse de la comida que no puede ingerir, sin que nadie se percate. Un desperdicio que a estas alturas no importa. Ranma incluso se somete a un fuerte entrenamiento, humillante también, para ganar velocidad y mejorar puntos claves para su próximo enfrentamiento con Piccolet. Akane no soporta escuchar los gritos de Ranma, es una tortura disfrazada de entrenamiento, pero al final rinde sus frutos.

Ranma compite con Piccolet, casi desfallecida. Apenas ha comido un pisca de nada en los últimos días, pero conjugando su velocidad, su entrenamiento y sus carencias nutricionales, consigue vencer a Piccolet. Se ha ganado el derecho a ser su prometida. ¡Ark! Bueno, Ranma triunfa en otra contienda y ya tranquilamente abandona la mansión Charden.

Esto ha terminado con cierto estilo. Ni siquiera hay a la vista más enemigos, así que podemos darnos el lujo de encerrar las útlimas palabras de esta página en Akane. Los temores de Akane ante la llegada de cada verano causan extrañesa. Ver a Akane pensativa, un tanto triste, ante la llegada de una temporada tan jovial, es asombroso, Pero si recordamos un poco encontraremos la causa de ellos. Akane no sabe nadar.. Y hasta la fecha no ha aprendido nada. Lo peor, es que la eligen como representante de su clase para un compromiso de natación escolar.

Pero Akane tiene la iniciativa de aprender y el director de Furinkan tiene muchos métodos para adiestrarla. Todos estúpidos. Kuno también intenta ayudarla pero perjudica más de lo que beneficia. Al final es curioso ver a Akane vestida de cisne, compitiendo contra un tiburón y un panda blanco, todo para aprender a nadar.. cosas, en todos los intentos termina ahogándose y con las piernas para arriba, nadando al reves, no nadando o simplemente flotando inconsciente. pero Akane nunca desiste, no podía ser menos y cierra con broche de oro el reto, viendo nadar a Akane usando un salvavidas de plástico.. Bueno diez de ellos. Entre lo casi perfecta que luce con su traje de baño y sus intenciones, se vuelven a robar todo el panorama - [Continúa página 31]