Podrá parecer una persona seria y muy centrada, pero en el fondo Sotatsu tambalea y pierde toda la compostura cada que le gana la risa, soltando unas carcajadas que lo hacen perder el control y la noción de lo que ocurre. Un cosa antiestética poco agraciada, que al final usa Ranma a su favor. Y así, aprovechando a un Happosai, borracho y bailarín, Sotatsu pierde su imagen en brotes hilarantes, sus fans lo abandonan, todas sus discípulas, y Ranma consigue escribir los caracteres requeridos. Podría parecer que venció, pero el inútil del juez declara empate y después se desmaya. Para olvidar el encuentro.

Lo olvidable es otro punto de partida. Nos alejamos, avanzamos en el camino, a distancia parece conducir a un nuevo sitio, sin embargo se trata de una vuelta en círculos. Ciclos taciturnos a ratos, después reveladores, aunque repetibles más alla de pocas paciencias. La rivalidad Ryoga, Mousse y Ranma tiene otra nueva oportunidad, porque Shampoo ha conseguido unos sobres instantaneos del Nyannichuan. Basta verter el polvo en un barril de agua, darse un baño, y listo, adios maldición china.. pero hola nueva maldición. Shampoo tiene tres de estos sobres para los tres inútiles de siempre, pero sólo uno es el verdadero Nyannichuan, los otros dos son desconocidos, podrían incluso transformar al trio en bestias extrañas, salidas de fábulas.

Lo ideal sería que los 3 se pusieran de acuerdo, investigaran cuál de los sobres es el Nyannichuan portátil y lo compartieran. Pero eso es tan bonito como irreal y Shampoo quiere quedar bien y roba a los otros dos tontos sus sobres, luego se los da Ranma. Mousse y Ryoga contraatacan y recuperan sus sobres, luego buscan el de Ranma..

..Y así por un buen rato, hasta que caen en el cuento que lo mejor es unirse y probarlos. Pero para eso hace falta valor.. Ranma no ha querido tentar a la suerte, después de todo, por más maldición que implique tener el cuerpo de una mujer a ratos, es hasta conveniente y al menos sigue siendo un humano.. ¿Qué pasaría si se transforma en un animal o ave? Que más da, los tres se influencian entre ellos para probar sus sobres. El de Mousse convierte a una ave en un terodáctilo y el de Ryoga a un gato en un animal extinto (tigre dientes de sable). Extinto como pronto lo estará la especie de Ryoga, que afortunadamente se limita a él. Sólo a él.

No importa, el sobre de Ranma es el bueno y antes que compartirlo, hay que pelar. Mousse y Ryoga compiten con Ranma, en un encuentro chistoso. Rodar cuesta abajo con un bote del que fluye, gota a gota, la salvación de los tres chicos, es irrisorio. Pero ver a Ranma y Ryoga encima de él, tratando de no caerse mientras su salvación rueda cuesta abajo, es una cosa más cómica aún. Al final los tres pelafustanes caen al rio, aunque alcanzan a mojarse con el Nyannichuan portátil..