Suzumiya Haruhi no Yuuutsu - Reuniendo a la Brigada SOS

Termina la navidad, terminan las nevadas. Es momento de regresar a la escuela y disfrutar de todos sus detalles, las tareas, los amores juveniles, amistades, siestas a mitad, final e inicio de materias, peleas, también las clases.. y las de gimnasia. Contemplación absoluta y mucha fuerza de voluntad requiere cada clase de gimnasia protagonizada por Akane. Verla ejecutar cada ejercicio armoniosa, seductoramente, es una prueba de fuego que destruye los nervios al mismo tiempo que recrea pupilas y llena de fantasías.. Tantas que no faltará algún pobre alejado que necesite llevarse un recuerdo tangible.. una fotografía..

Ahí entra Gosunkugi y en plena ejecución gimnástica de Akane, se gasta rollos y rollos tomando fotografías a Akane. Ranma intenta detenerlo y en el alboroto el último flashaso desconcentra a Akane, la hace voltear y caer del aparato (caballo) en el que practicaba. Se ha lastimado su pierna derecha y deberá estar en reposo y con yeso, por unos días, además, para evitar problemas, lo mejor es que no se mueva del consultorio del doctor Tofu.

Una semana sin Akane, tormento que seguramente convertirá cada día en una era completa de soledad sin su presencia. No importa, siempre podrán visitarla sus amigos, sus compañeros de clase, su familia.. Todos son bienvenidos y todos se las ingenian para estar ahí un par de horas al día, todos menos.. Ranma. Al buen Ranma le ha entrado el pánico, primero porque sabe que Akane, hospitalizada, preocupa, lastima el corazón. Segundo, porque Akane a estas alturas ya ha de saber que Ranma ha intentado detener a Gosunkugi, un poco protector y otro celoso.

La otra.. porque tiene miedo de que todo degenere, a lo usual, en una disputa en la que el podría no tener la razón. Se imagina en un momento meloso con Akane, sincero, y al siguiente recibiendo gritos sin sentido. Pero la más importante, es que esta es una excelente oportunidad de encontrar miradas, sentimientos y generar el instante perfecto, ese que termine con un cálido beso.. ¿Será? Como sea, al Ranma le tiemblas las piernas y pasan los días sin que visite a la musa de muchos otros.. también la de él.. aunque por ahí le deja algunas flores a escondidas. Akane, por su parte, se queda esperando, jugando con su yeso, luego desesperándose, maldiciendo y escribiendo en su yeso que Ranma es un idiota. O cosa parecida.

Lo bueno es que si estos dos no hacen un movimiento, cosa desesperante por cierto, siempre puede haber presión y buenas intenciones del exterior. Kasumi envía a Ranma con ropa de cambio, Akane la necesita y ahora sí, no hay de otra, hay que ir a ver a Akane, llegar a la ansiosa, también asustante, reunión con ella.. y que creen.. que Ranma y Akane finalmente se encuentran..

..Primero hay silencio, se percibe tensión y nerviosismo, pero Ranma es el primero en hablar y lo hace bien, se preocupa por Akane e intenta ver como progresa su pierna.. Sí, la misma que ahora tiene un yeso y el mismo que dice en letras bien grandes, que Ranma es un idiota. Akane, por supuesto, le dice que no se le acerque para que no vea las letras que los ratos de ocio han tallado en su yeso y Ranma malentiende (pero que más se puede imaginar aquí..) la situación y se degenera todo. Se cumple una de las hipótesis, la más probable claro. Los dos se empiezan a gritar y Ranma sale de allí refunfuñando.

A final estos dos son muy parecidos, les guste o no. Han peleado por nada y con su grado de culpa, se separan, mientras el camino se abre para Ryoga. ¡Claro que está preocupado por Akane! ¡Faltaría menos! Pero le ha tomado varios días llegar al consultorio del doctor Tofu. Y al llegar, a lo ryoguesco, lo hace como P-Chan. Al menos llegó.. porque Akane está a punto de ser dada de alta.

Pero Ranma la espera, a tempranas horas de la mañana, fuera del consultorio, con una manta que dice "Lo arruiné.. Gomene, Akane" y una foto en sus manos. La misma que le ha arrebado a Gosunkugi y por la que inició todo este lio. Pelear y decir cosas, después actuar con base en lo importante. Apenas había otra cosa en la mente, difícil que Akane no arrebatara todos los pensamientos en estos largos días. Es la escena perfecta, a la que Ranma tenía tanto miedo.. pero ahora se ve seguro y listo.. sólo que la escena es interrumpida, a los pocos segundos llegan por Akane los demás de siempre, compañeros, familia, rivales, etc y Ranma decide que lo mejor es cargar a Akane en su espalda y llevársela de allí. Es como debe de ser, es cosa de dos. Ni el cerdito ha podido hacer nada para evitarlo.. y Ranma y Akane sonríen, se alejan de cuadro, la última pintura retrata un feliz momento, ya convertido en recuerdo. Seguramente se aproximan más.. Apenas hay dudas..

.. Dudas de que ahí vamos de vuelta al siempre explotable circulo vicioso, lleno de altibajos, de una relación que sube, baja.. y tiene siempre un invitado. Ahora es Ukyo, que está hecha un conflicto existencial porque ha fallado al crear su salsa secreta, una que había puesto a preparar desde que conoció a Ranma. Ahí se forjó una promesa que Ranma aceptó cumplir, pero el mismo se encargó de estropear la salsa a los pocos minutos, luego mezcló una paupérrima imitación y guardó el secreto por años. Ukyo desconoce que Ranma ha sido quien ha arruinado la salsa y Ranma desconoce que detrás de esa salsa hay una promesa muy importante.. ¿Qué promesa? Una bastante seria.. - (Continúa Página 46)