Un accidente ha llevado a Oga, Beel, Furuichi y Lamia, al mundo de los demonios, más concretamente a un bosque alejado, un lugar extremadamente peligroso, tanto que incluso Lamia teme por su seguridad.

El bosque carece de caminos seguros, es distinto en muchas cosas al peor de los lugares de la tierra, hay vegetación pero es dificil compararla con cualquier antecedente, el cielo está cubierto de nubes espesas, apenas unos pocos rayos de luz consiguen cruzar para alumbrar un paraje tan desolador como confuso. Los seres que lo habitan son extraños, casi extraterrestres. Y el primero de ellos, aparece frente a la desconcertada comitiva de Oga, hablando en un extraño lenguaje, levantando la mano.. todo traducido para que Oga lo malinterprete como indicios de una pelea, así que golpea en varias ocasiones a este ser hasta arrojarlo, inconsciente, a un árbol cercano.. empiezan los problemas.

El ser vencido no es en sí ningún problema, Lamia pone las cosas en perspectiva. Se trata de un extraterrestre, un yoppuru guardían del lugar y sólo había venido a saludar a los recién llegados.. Pagan justos por pecadores, no importa, eso no cambia el hecho de que esta zona sea terrorífica. Se trata de la Guarida Vlad, en honor al sujeto que investigó esta zona hace tiempo. Pero además del nombre, es un lugar sin ley, ni orde, la influencia del Rey de los Demonios no consigue alcanzar estos parajes y para peor, Aliandelon está inconsciente, sangrando y casi muerto en lo alto de un árbol.. momento, casi muerto nada, a los pocos segundos fallece sin más remedio.. ¡¡Oga y los demás ya no podrán regresar a sus casas!!

Claro, una noticia así no se digiere tan fácil, profanar y lastimar el cuerpo de un muerto es casi un consuelo, así que Oga sujeta el cuerpo sin vida de Aliandelon y lo agita con desesperación, aunque después le arroja con indiferencia al escuchar el tono de un celular.. ¡Es Hilda, que ha hecho contacto con ellos!

Hilda está contenta de escucharlos con vida, pero el tiempo es cosa seria ya. El extraterrestre con el que Oga "fraternizó" ahora comienza a emitir unos ruidos peculiares.. Está llamando refuerzos.. a un Akubaba como el que Hilda montaba al principio de la aventura, pero mucho peor. Es una especie de ave gigantesca mezclada con un fenix, con enormes garras y casi mortal. Los recién llegados escapan a toda velocidad, pero para su fortuna Beel está en su mundo, con sus condiciones y su dominio propio. Una descarga eléctrica del bebé es suficiente para derribar al demonio, así que ahora, sin más perseguidores, Hilda le dice a sus amigos que deben buscar a la hija de Alaindelon.. ella los sacará del predicamente.

El grupo se apresura a encontrar a ésta niña, pero a lo lejos, son observados por dos sujetos extraños, uno con cabeza rapada, otro con una especie de bufanda.. ¿Quiénes son? ¿Irán por Oga y el resto?