La única salida es un brinco preciso, pero Ranma escapa de un problema para caer en aceite. El cuadrilátero está lleno y encima, una espesa nube de polvo explosivo cubre todo el lugar. Parece vencido y Ukyo sonríe.. pero la polvareda se esfuma y Ranma contrataca, invierte los papeles, atrapa a su rival entre tallarines y lo arroja lejos de escena. Nos alejamos así muchos metros, para seguir un encuentro que abruptamente a cambiado de líder. Ranma es ahora quien tiene la ofensiva, y con la espátula de su rival ha conseguido cortarlo. Un simple rozón que deja al descubierto su torso..

..Pero Ukyo pronto cubre su pecho. Parece muy asustado de ser visto, así que intenta recobrar el control. La pelea prosigue a golpes y patadas, apenas evadidas, algunas tan precisas que esquivarlas conduce a lo alto de un árbol. Ukyo gasta allí su última carta de escape, harina, pero los rivales están tan cerca el uno del otro que la harina los ciega a ambos, los deja en precipitada caida libre, que es detenida por el techo de una casa. Ranma despierta primero, ve a Ukyo descuidado y lo sujeta del pecho, listo para el ataque final.. ¡Sorpresa! Ese pecho tiene algo muy tentable.. Son pechos de una mujer.. ¡Ukyo es una chica!

Ha llegado el momento de recobrar razones y todos los recuerdos difusos. Genma, siempre inútil, comprometió a Ranma con Ukyo cuándo ambos eran unos niños y acordó con el padre de la niña que el dote sería un carrito de okonomiyaki. Luego se sintió culpable, recordó que ya había comprometido a su hijo en otra parte, así que prefirió huir con el carrito, dejando abandonada a Ukyo, también marcada. La niña creció con un complejo, prefirió vestirse como hombre a partir de entonces y su meta se convirtió en la venganza. Practicó, fue cambiando de modos, un actuar cada vez menos femenino y llegó el momento en que era difícil diferenciar si se trataba de un hombre, o una mujer.

Akane se entera así que tiene otra rival más, una que al menos odia a Ranma.. bueno.. eso en teoría. Ranma descubre que Ukyo es una chica y se da otro pequeño encuentro, que termina cuando Ranma se da cuenta que Ukyo es bonita, muy bonita, y no debería limitar sus expresiones o esconder su atractivo por causas de una venganza ya tan pasada. "Es una pena que digas eso.. porque eres "Kawai" en serio.. "Kawai".

Ukyo se sonroja, Akane explota en celos. Pronto se da un cambio de planes, lo que antes fue venganza ahora es una iniciativa de olvido, de empezar otra vez. Ukyo se emociona, se interesa en Ranma y sale corriendo de allí, cantando y llena de ilusiones. Todo ha quedado perdonado, ahora hay que conquistar el corazón de su prometido, intentar sacar del camino a Akane.. ¿Cómo hacerlo? Ukyo tiene un plan interesante. Y para ello, necesitará el apoyo del siempre perdido nunca ubicado, Ryoga Hibiki - [Continua, Página 2]