Estamos en 1983, un año que será recordado por todos los eventos que están a punto de ocurrir en un pueblo retirado y pacífico del Japón, un tal Hinamizawa.
Unos pocos cientos viven en el, sabedores de lo que realmente sucede, pero temerosos de hacer algo por cambiar las cosas, por opornerse a los caprichos de su "Dios" y envueltos en su propio peligro, en su propio destino y en su propia masacre.
Así, Maebara Keiichi llegá un día, como estudiante de intercambio, a este pueblo, sientiéndose aliviado por la sencilles de su gente y las compañeras de clase que acaba de conocer. Con todas ellas vivirá momentos muy felices, sin percatarse de que algo muy oscuro se está gestando en este pequeño pueblo.
Sin embargo, antes del gran desenlace, Keiichi y sus amigas se alejan un poco del pueblo. Sus siempre ingeniosos retos terminan en empate y los castigos son para todos, así que vestidos de forma vergonzosa, diambulan entre risas, hasta que se les ocurre visitar un lugar misterioso, dónde hace tiempo murieran algunos trabajadores. Una leyenda anticipa que podrían estar detrás de un gran secreto, uno con repercusiones en toda la saga Higurashi.
Aunque es una OVA sencilla y sin demasiadas complicaciones, por no decir un mero capítulo (y flojito comparado con los demás de la serie), no deja de ser una buena pieza de atención para los que disfrutaron con la primera temporada. Atentos al diseño de los personajes.
